info@ameebe.com
+34-944-157-743

Artículos de AME/EBE y Bracho Abogados

Un blog de contenido jurídico para nuestros visitantes

¿Qué sucede tras la Mediación?

La respuesta a esta pregunta suele ser, normalmente, un acuerdo por el que las partes cumplen con lo pactado. Pero no siempre es así…

Un claro ejemplo lo tenemos en el proceso de paz entre el gobierno colombiano y las FARC. Si bien es cierto que no han sido las propias partes las que no han cumplido con lo acordado, sino que el pueblo, tras el referéndum, no ha querido sacar adelante lo pactado en la negociación, el caso es que la mediación ha fracasado. ¿O quizás no?

Después de más de 50 años de violencia y miles de víctimas mortales, el hecho de que ambos bandos se sentaran a negociar un proceso de unión del pueblo y, tras cuatro años de negociaciones, alcanzasen un acuerdo para no hacer la guerra y sí la paz, es motivo suficiente como para pensar que la mediación ha funcionado. Pero después de las negociaciones hay que llevar a cabo acordado.

“La mediación internacional entre el gobierno colombiano y las FARC ha funcionado”

Los motivos por los que ha ganado el “no” al proceso de paz son discutibles y diversos: El posicionamiento en contra del acuerdo de cierto grupo político, las inclemencias meteorológicas que impidieron votar a un importante número de electores, la alta abstención… El caso es que ahora se deberá renegociar un proceso que, por los antecedentes, parece lógico pensar que será arduo y duradero.

“En la mediación la mayoría de las veces se alcanza el acuerdo, pero no siempre es así”

Y es que en la mediación puede ocurrir que no se alcance un acuerdo o que tras él no se materialice. Es verdad que cuando se decide optar por la mediación, un porcentaje altísimo llega a buen puerto, pero también es cierto que no siempre es así. Hay veces que la voluntad de las partes cambia y es uno de los problemas que pueden surgir y que el mediador tiene que saber y dirigir para que no ocurra. Las partes son las que inician, desarrollan y finalizan la mediación, pero con la ayuda del mediador (o sin ella), tienen que cumplir con lo pactado, independientemente de que se eleve a público o no.

Cuando se decide seguir el camino de la mediación, dejando atrás la confrontación ante un tribunal, ya de por sí, las partes han dejado de lado ciertos sentimientos que dificultan sobremanera el consenso. Con la mediación se negocian aspectos, algunos con más relevancia que otros para las partes, pero sabiendo que quizá tengan que renunciar a algunos para la consecución de un buen acuerdo. Esto mismo lo han llevado

a cabo en Colombia. Ambas partes renunciaron a aspectos menos importantes según su parecer, pero sabiendo que era más importante llevar la paz a un pueblo diezmado por la violencia constante. Desde luego que el “no” del pueblo ha sido un varapalo para el proceso, pero habrá que pensar que será el inicio de un mejor acuerdo y más completo.

Como consecuencia de todo esto lo que podemos pensar es que, aunque cuatro años de negociación parece mucho tiempo, puede que no haya sido suficiente para llegar a tener un acuerdo en el que todas las partes entiendan y aprueben al unísono. Lógicamente, en los casos de mediación entre particulares los procesos no son tan largos y con unas pocas sesiones es suficiente. Pero lo que es claro es que no hay que tener prisa por llegar al acuerdo. Si se precisan más sesiones, se tendrán que dar con tal de que a la finalización todas las partes acaben satisfechas y, por supuesto, cumpliendo con lo pactado.

Proverbio chino: “El árbol quiere la paz, pero el viento no se la concede”